Verdores y reflejos.
Óleo sobre tela.
60 x 120 cms.
2015.
En un recodo del caño
Sobre el paisaje silente
el astro rey complaciente
surte de luces al día;
para rendirle tributo
la chiga hinchada de frutos
la orilla viste de umbría.
Un cálido embrujamiento
llena de paz el momento,
discurre el tiempo con calma;
el agua fresca y terrosa
es un hada misteriosa
que dulcifica las almas.
Y ese bosque ribereño
que a los recuerdos propicia,
es a los ojos caricia,
preña la vida de ensueños.
Ya que no puedo ser dueño
de tus aguas, tus verdores,
de tus tardes y fulgores,
¿sabes tú qué es lo que pienso?
Traerte a vivir a mi lienzo
con tus formas y colores.
Aníbal Martino.
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